

Y al norte, Ferrol
RÃa y mar abierto
La armada inglesa habrÃa defendido esta rÃa con una muralla de plata, el mejor puerto de todo el Atlántico, inexpugnable por tierra y mar. Por eso Ferrol es la ciudad gallega del mar.
Industrial, militar, se rescribe dÃa a dÃa a sà misma. Los astilleros fueron uno de sus principales sustentos durante 40 años. Su crisis fue la crisis de todo Ferrol. Pero ha surgido IZAR, de la fusión de Bazán y los astilleros civiles públicos. Su triunfo por tanto es el de Ferrol. Es el décimo astillero en potencial del mundo, pero quiere llegar más lejos, y es que este nuevo emporio conseguirá dar rentabilidad desde hace mucho tiempo a estos astilleros y colocarlos en la vanguardia tecnológica.
En Ferrol hay casi 1100 empresas. Destaca la industria, y el sector textil. Ferrol ha pasado de ser una ciudad industrial, a primar los servicios. Está abierta al futuro. Dos nuevos vehÃculos son la Oficina de Promoción Industrial, y el Centro de Innovación y servicios. El Campus universitario está directamente implicado en la transformación de Ferrol. Han optado por tener una oferta diferenciada. Su facultad de diseño industrial es de las mejores de España. También la de podologÃa.
Los fondos marinos de la rÃa ferrolana son los más interesantes de toda Europa: 18 bancos naturales en 25 kilómetros cuadrados. Su boca es mucho más estrecha de lo habitual. Esta conformación geográfica tan peculiar permite la existencia de un pasillo de alimentación marina. Es el lugar adecuado para la Estación Biológica de A Graña. El antes guardián de la rÃa, ofrece una perspectiva privilegiada. El Castillo de San Felipe ha sido recuperado para todos.
Después de 6 ediciones de Equiocio, ya es un referente fundamental. El público ha aprendido a disfrutar, 50.000 personas el año pasado que disfrutaron de la enorme oferta del certamen. Y sobre todo del Concurso Cidade de Ferrol. En el mismo momento las calles ferrolanas rebosan de pasión, fe y sentimientos llevados al lÃmite. La Semana santa ferrolana es un acontecimiento en que confluyen la sobriedad y la opulencia sin contradicción. Para instantes y emociones muy distantes hay una ruta de la carretera do Castro, en la que todos bailan y todo se baila. Con total libertad. Sus locales están aislados de otras casas, y el único lÃmite en el volumen de la música y en la duración de la marcha es la que el cuerpo aguante. Pero Ferrol no es nada sin su entorno. Un poco al sur está Pontedeume que dÃa a dÃa mejora su oferta turÃstica. Al norte las mejores olas de Galicia y un pueblo totalmente marinero en una rÃa privilegiada, Cedeira. Subiendo un poco, encontramos las estampas más famosas de Galicia, las que han recorrido todo el mundo. La mágica sierra de A Capelada, los acantilados más altos de Europa y los enigmáticos Aguillóns, fieros y fascinantes.
En Ferrol hay casi 1100 empresas. Destaca la industria, y el sector textil. Ferrol ha pasado de ser una ciudad industrial, a primar los servicios. Está abierta al futuro. Dos nuevos vehÃculos son la Oficina de Promoción Industrial, y el Centro de Innovación y servicios. El Campus universitario está directamente implicado en la transformación de Ferrol. Han optado por tener una oferta diferenciada. Su facultad de diseño industrial es de las mejores de España. También la de podologÃa.
Los fondos marinos de la rÃa ferrolana son los más interesantes de toda Europa: 18 bancos naturales en 25 kilómetros cuadrados. Su boca es mucho más estrecha de lo habitual. Esta conformación geográfica tan peculiar permite la existencia de un pasillo de alimentación marina. Es el lugar adecuado para la Estación Biológica de A Graña. El antes guardián de la rÃa, ofrece una perspectiva privilegiada. El Castillo de San Felipe ha sido recuperado para todos.
Después de 6 ediciones de Equiocio, ya es un referente fundamental. El público ha aprendido a disfrutar, 50.000 personas el año pasado que disfrutaron de la enorme oferta del certamen. Y sobre todo del Concurso Cidade de Ferrol. En el mismo momento las calles ferrolanas rebosan de pasión, fe y sentimientos llevados al lÃmite. La Semana santa ferrolana es un acontecimiento en que confluyen la sobriedad y la opulencia sin contradicción. Para instantes y emociones muy distantes hay una ruta de la carretera do Castro, en la que todos bailan y todo se baila. Con total libertad. Sus locales están aislados de otras casas, y el único lÃmite en el volumen de la música y en la duración de la marcha es la que el cuerpo aguante. Pero Ferrol no es nada sin su entorno. Un poco al sur está Pontedeume que dÃa a dÃa mejora su oferta turÃstica. Al norte las mejores olas de Galicia y un pueblo totalmente marinero en una rÃa privilegiada, Cedeira. Subiendo un poco, encontramos las estampas más famosas de Galicia, las que han recorrido todo el mundo. La mágica sierra de A Capelada, los acantilados más altos de Europa y los enigmáticos Aguillóns, fieros y fascinantes.
